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Un cuento

 

Parose ante las puertas de la vida

un inocente niño

y preguntó: «¿Para encontrar caricias,

flores, arroyos, pájaros y nidos,

me pudierais decir por dónde marcho?»

«No conozco el camino.

Más adelante encontrarás un guía.»

Le respondió el Destino.

 

* * * *

 

Tornose en joven y, con ansia loca,

preguntó en su delirio:

«Para encontrar amores y riquezas,

estimación, virtud, gloria y amigos,

me pudierais decir por dónde marcho?»

«No conozco el camino,

si le quieres hallar, búscale sólo.»

Le respondió el Destino.

 

* * * *

 

Andando el tiempo; con su lento paso

trocó el calor en frío.

El joven, en anciano transformado,

de penas y dolores perseguido,

preguntó con un resto de esperanza:

«¿Me pudierais decir por dónde sigo

para encontrar la paz? ¡La paz dichosa!»

«No conozco el camino,

la muerte acaso te dirá por dónde.»

Le respondió el Destino.

 

* * * *

 

Al salir del alcázar de la vida,

cuentan los que lo han visto,

que preguntaba el alma por el cielo

y nadie le dio señas del camino.

 

1880

 

 

 

Nota

Poesía leída por su autora en el recital poético que tuvo lugar en el teatro Principal de Alicante el 17 de febrero de 1886.

 

 


 

Para saber más acerca de nuestra protagonista

 

Rosario de Acuña. Comentarios (⇑)
Algunas notas acerca de la vida de esta ilustre librepensadora
 
 
 
 
Imagen de la portada del libro

 

Rosario de Acuña y Villanueva. Una heterodoxa en la España del Concordato (⇑)