Raro capricho la mente sueña:
Será inmodesta, vana aprensión.
Tal palabra
no me cuadra;
su sonido
a mi oído
no murmura
con dulzura
de canción;
no le presta
la armonía
melodía
y hace daño
al corazón.
Tiemblo escucharla. ¿Será manía?
Oigo un murmullo cerca de mí:
no me cuadra
tal palabra;
que el murmullo
que al arrullo
de la sátira
nació,
me lastima
con su giro
y un suspiro
me arrancó.
Si han de ponerme nombre tan feo,
todos mis versos he de romper.
No me cuadra
tal palabra;
no la quiero;
yo prefiero
que a mi acento
lleve el viento
y cual sombra
que se aleja
y no deja
ni señal,
a mi canto
que es mi llanto
arrebate
el vendaval.
Nota. Se recomienda la lectura de los siguientes comentarios:
148. Poeta de calendario
Para saber más acerca de nuestra protagonista
Rosario de Acuña y Villanueva. Una heterodoxa en la España del Concordato (⇑)